Separamos a la coneja embarazada del resto de conejos y conejas un poco antes del gran momento. La colocamos en un espacio de cría que consta de otro adjunto donde la coneja recoge y coloca paja y va haciendo el nido de forma que los gazapos desde el primer momento de su vida están protegidos. En los primeros días después del parto la coneja se arranca pelusa del cuerpo y la coloca junto a la paja para que el nido les aporte el calor necesario, ya que aún no tienen pelo. Poco a poco les va creciendo el pelo y se sienten preparados para salir del espacio de cría.